Mitos y realidades de la diabetes
¿La diabetes se cura?, ¿la insulina causa ceguera?, ¿El nopal sana la diabetes?, estas son algunas preguntas que alimentan muchos de los mitos en torno a este padecimiento, y la verdad es que muchos son… Falsos como un billete de 3 pesos.
Todos estos mitos, causan revuelo debido a que la mayoría de las personas y pseudo-profesionales de la salud que ofertan diferentes tratamientos prometiendo curarla, sin sustento científico alguno, lucrando así con la necesidad y la esperanza del afectado y prometiéndoles una vida sana, en ocasiones la ingenuidad o la falta de conocimiento sobre su enfermedad, aunado a la ignorancia, es lo que ocasiona que la persona se adentre en este mundo, dejando de lado el tratamiento convencional, y en muchas de las ocasiones la comodidad y facilidad que se les oferta , conlleva a un giro radical en el cuidado de su enfermedad, dando por hecho que esta práctica les sanara. Sin embargo ese deterioro a futuro impacto en la salud a largo plazo, y todas esas consecuencias serán ya irreversibles, aunado a esto datos actuales, señalan que un mal apego al tratamiento disminuye la esperanza de vida entre 7 y 11 años, en comparación con quienes si lo lleva a cabo, a continuación hablaremos sobre la realidad de esta enfermedad.
La diabetes es una enfermedad frecuente y en aumento en la población mundial por lo que resulta fundamental aclarar muchos de los mitos que se trasmiten de generación en generación.
La prevalencia en México, representa un elevado costo para la salud de la población, esto en su mayor causa, por las complicaciones posteriores a la enfermedad, incluyendo nefropatía, retinopatía, neuropatía, enfermedad cardiovascular, entre las más significativas. (Soskolne y Klinger, 2001)
En la actualidad, México es uno de los países con mayor ocurrencia de diabetes mellitus en el mundo. En 1995 ocupaba el noveno lugar con mayor número de casos de diabetes y se espera que para el año 2030 ocupe el séptimo con casi 12 millones de pacientes con diabetes tipo 2. (International Diabetes Federation IDF)
Además, es actualmente la primera causa de mortalidad en México, y su tendencia muestra un incremento progresivo en los últimos años. (Rull, 2005 y Vázquez-Robles, Escobedo-de la Peña, 1990)
Las investigaciones y el avance de la ciencia han permitido encontrar nuevos y mejores tratamientos para los pacientes diabéticos, optimizando su calidad de vida sin generar complicaciones.
A continuación se describen los mitos más comunes que circulan entre las personas con este padecimiento.
MITO 1 / ¿la diabetes se cura?
Falso. La diabetes es una enfermedad crónica que se controla y hasta hoy día no se puede curar. Recuerda que la diabetes se debe a que existe una falla en la insulina, un problema de calidad en su producción o a una deficiencia de los receptores de la misma, lo que no permite su trabajo adecuado.
La buena noticia es que con la información necesaria y un tratamiento adecuado puedes mantenerte sano y prevenir complicaciones propias de la enfermedad. Es importante llevar una alimentación saludable, hacer ejercicio, medir constantemente tus niveles de glucosa, seguir la prescripción médica de insulina y medicamentos, y en especial, aceptar y adaptarte al padecimiento.
MITO 2 / ¿La medicina alternativa cura la diabetes?
Falso. Las curas milagrosas con medicina alternativa, vacunas, tés, hierbas, imanes, etc. no desaparecen la diabetes de tu organismo. Lamentablemente, muchas personas con diabetes que acuden a estos “métodos” abandonan el tratamiento médico (de insulina, por ejemplo), lo que provoca que su padecimiento se agrave.
En el antiguo Egipto, India o en el Imperio Romano se utilizaban plantas para “curar” la enfermedad; sin embargo, el supuesto remedio resultaba peor que la enfermedad ya que muchas de esas hierbas eran tóxicas.
Aunque muchas plantas tienen efectos directos sobre el nivel de glucosa en sangre, no se ha logrado definir con exactitud la dosis adecuada: para muchos funcionará un “puñito” de tal o cual hierba; para otros ese puñito será excesivo o no ofrecerá ningún efecto.
Mito 3 / ¿es la diabetes una enfermedad grave?
Es una enfermedad que puede ser grave si no se controla.
Si no se trata correctamente puede derivar en severas complicaciones como ceguera, infarto agudo de miocardio, accidente cerebrovascular, alteración en la circulación arterial de los miembros inferiores, infecciones, amputaciones, etc.
Es considerada una pandemia con una incidencia en aumento progresivo, lo que genera un alto gasto para el sistema de salud.
MITO 4 / Un enojo, susto o impresión ¿provocan diabetes?
Falso. La diabetes es una enfermedad causada por fallas en el metabolismo o forma en la que el cuerpo utiliza y aprovecha los alimentos. Como mencionamos en el mito 3, los factores de riesgo son la probabilidad que tiene un individuo de desarrollarla.
La diabetes también es un padecimiento gradual que presenta diferentes etapas antes de manifestarse. Quizá al principio no tengas ningún síntoma, pero ya existe una falla o descompensación en tu organismo. Cuando enfrentas un estado de alarma o estrés o cuando tienes una emoción muy fuerte (enojo, susto, impresión) tu cuerpo produce hormonas como la adrenalina que actúan en contra de la insulina y eso hace que los niveles de glucosa se disparen. Entonces no fue el enojo ni el estrés, lo que pasó es que los niveles ya empezaban a subir y esa gran emoción detonó la enfermedad.
MITO 5 / Los licuados de nopal, verduras u otras hierbas ¿reducen la glucosa por alguna sustancia “mágica” que contienen?
Verdadero. Sí tienen un efecto positivo, pero de ninguna manera se puede considerar que curen, alivien o controlen la diabetes. El nopal se consume en México desde la época prehispánica y existen muchos mitos sobre su poder curativo en diabetes. Igual que otras verduras o hierbas, como acelgas, alfalfa, apio, espinacas, hojas de chaya, hojas de chicozapote o pepino, el nopal contiene fibra y agua en grandes cantidades. La fibra hace más lenta la absorción de glucosa y ofrece una sensación de saciedad que te lleva a comer menos. También hay que tener en cuenta que este tipo de licuados aportan pocas calorías.
MITO 6 / las personas con diabetes ¿debe comer alimentos sólo para diabéticos o ligth?
NO. Los pacientes con diabetes deben tener una dieta equilibrada, como cualquier persona que busca cumplir un plan saludable de alimentación, comer siempre verduras, pocas grasas, poca azúcar y pocas golosinas. La comida para diabéticos es más cara y no está probado que sea más beneficiosa.
MITO 7 / ¿los diabéticos no pueden comer hidratos de carbono como pan, papa, pastas; tortillas o galletas?
Falso. Los hidratos de carbono deben formar parte del plan de alimentación, sólo debe seleccionarse cuáles son los adecuados. Hay algunos más saludables como granos, harinas integrales, frutas y algunas verduras.
Es preferible no consumir golosinas, azúcar o alimentos de pastelería como tortas, facturas, bizcochos.
El médico le deberá informar como comenzar una dieta con la de distribución de nutrientes correspondiente
MITO 8 / ¿La insulina provoca ceguera, amputaciones, daño en riñón y diversas complicaciones?
Falso. Esto es tristemente una creencia muy común. La aparición de complicaciones a largo plazo coinciden muchas veces con la prescripción médica de insulina. Esto no obedece a la aplicación deinsulina, sino a que se ha mantenido un descontrol prolongado de los niveles de glucosa que ha ido afectando diversos órganos de nuestro cuerpo. En primera instancia, la insulina es una hormona que produce el páncreas de manera natural y cuando nuestro cuerpo no la produce en cantidad o calidad suficiente pues debemos inyectarla. Hay muchas personas que no están invidentes ni amputadas y gracias a su buen control han evitado o retrasado estas complicaciones.
MITO 9 / ¿todos los obesos serán diabéticos?
NO. La obesidad es un factor de riesgo conocido que se asocia a la diabetes tipo 2, pero no es el único a considerar. Los antecedentes de familiares diabéticos es una condición muy importante para el desarrollo de la enfermedad.
Por eso se recomienda el control anual de glucemia a toda la población general.
Falso. Esto es tristemente una creencia muy común. La aparición de complicaciones a largo plazo coinciden muchas veces con la prescripción médica de insulina. Esto no obedece a la aplicación de insulina, sino a que se ha mantenido un descontrol prolongado de los niveles de glucosa que ha ido afectando diversos órganos de nuestro cuerpo. En primera instancia, la insulina es una hormona que produce el páncreas de manera natural y cuando nuestro cuerpo no la produce en cantidad o calidad suficiente pues debemos inyectarla. Hay muchas personas que no están invidentes ni amputadas y gracias a su buen control han evitado o retrasado estas complicaciones.
MITO 10 / ¿La diabetes es contagiosa?
Falso. Entre los diferentes tipos de diabetes destaca la diabetes tipo1 y la diabetes tipo2. Esta última es la forma más común en las personas adultas aunque puede presentarse a menor edad. La diabetes tipo 2 obedece a diversos elementos llamados factores de riesgo que predisponen a desarrollar este padecimiento.
Muchos de estos factores se repiten en familiares y personas cercanas, eso hace que la enfermedad se repita con mucha frecuencia en tu entorno, pero de ninguna manera se trata de un contagio.
Es por esto que se recomienda un control anual de glucemia a la población en general para intentar disminuirla incidencia, y sobre todo iniciar cualquier que fuese el tratamiento indicado, para evitar complicaciones asociadas el mal control de la misma,
El tratamiento del paciente con diabetes mellitus es interdisciplinario y en éste se incluye el tratamiento nutricional, el cual ha demostrado ser efectivo. El conocimiento de las características de los alimentos, de los grupos de alimentos, conteo de hidratos de carbono en el plan de alimentación y manejo de alimentos sustitutos de alto índice glicémico por los de bajo índice permite un control adecuado de la glucemia (Evert, 2014) (Riccardi, 2008). La intervención nutricional en el paciente con diabetes es costo-ahorradora, por lo que debe ser una intervención prioritaria en el tratamiento de dicha enfermedad (Evert, 2014).
BIBLIOGRAFIA
Soskolne y Klinger, 2001. Ann Periodontol 2001; 6: 91-98.
Vázquez-Robles y Escobedo-de la Peña, 1990. Rev Med IMSS; 157-170.
Sistema Nacional de Información en Salud (SINAIS), 2010.
Federación Mexicana de Diabetes, 10 mitos y realidades de la diabetes (Actualizado octubre 2016)
Consultado el 16 de noviembre del 2016, disponible en: http://fmdiabetes.org/10-mitos-y-realidades-de-la-diabetes/